domingo, 24 de abril de 2011

La consciencia del escaner





Con el incremento de las medidas de seguridad en todo el mundo
que llevan a la instalación masiva de scaner en centros oficiales
y administrativos, estaciones ferroviarias, aeropuertos, etc, hay
un aspecto importante de la salud al que podemos atender en clave
de prevenciòn.

Si bien la exposición a estas radiaciones es de menor intensidad
que la de otros aparatos nucleares, no deja de ser acumulativa y
un factor más de riesgo para la salud. No podemos negar el hecho
de que nunca como en nuestro tiempo, el ser humano ha estado expues-
to a tal variedad e intensidad de radiaciones en su vida cotidiana.

Es entonces necesario el ejercicio de la responsabilidad personal
desde la consciencia del impacto repetido de microdosis de dichas
radiaciones sobre nuestro organismo. Impacto que puede ser minimiza-
do o evitado en bastantes ocasiones simplemente con un poco de pre-
paración.
Cierto es que hay situaciones y contextos como los embarques en ae-
ropuertos en los que resulta prácticamente inevitable la exposición
de medicinas y alimentos a dichas radiaciones. En estas ocasiones, a-
demás de intentar que estos productos puedan pasar sin que medie el
escaner diciendo a los funcionarios que son medicamentos o alimentos,
podremos siempre reducir el número de comprimidos o viales a los que
vamos a necesitar estrictamente en nuetro desplazamiento. Tanto las
farmacias como las herboristerías de la mayoría de los países, dispo-
nen de los productos que vamos a necesitar, incluso más baratos.
No olvidemos tampoco la posibilidad, siempre que no sean demasiados
los productos, de llevarlos en los bolsillos ( por ejemplo algunos tu-
bitos de gránulos o glóbulos homeopáticos ),siempre que no nos obliguen
a vaciar los bolsillos. En estos casos es importante no llevar nada me-
tálico con nosotros, para poder pasar sin problemas la puerta magnética.

Tal vez pueda parecer tras el desastre de Japón que estas precauciones
carecen de sentido por la magnitud de la contaminación real y potencial
subsecuente. Creo que precisamente por ello, es necesario extremar las
precauciones todavía más, y no sólo desde un enfoque práctico y utilita-
rio del momento, sino como un ejercicio de nuestra consciencia, cuya au-
sencia es el común denominador de la mayoría de las catástrofes y horro-
res a los que nuestra humanidad se ve enfrentada.

Consciencia, consciencia, consciencia, Amor en lo cotidiano, Amor en la
vida, ese darnos cuenta del milagro trascendental de cada momento, de cada
latido de ese corazón en el que cada ser y acontecer late al unísono.