lunes, 27 de junio de 2011

Plantas Medicinales: salidas mañaneras de reconocimiento





En el mes de Julio voy a realizar dos salidas mañaneras al campo, de 10 a 13,30, para aprender a distinguir numerosas plantas medicinales. El sábado 2 vamos a ir al Valle de Leizaran, donde además degustaremos algunas silvestres comestibles. El sábado 16 iremos al monte Igeldo para comenzar a trabajar desde la zona del camping, y además dedicaremos un tiempo a la aplicación externa de plantas frescas. El precio de cada salida es 25 euros, descontando 10 a los que participen también de la segunda. Si estais intersad@s llamar al 647222561 o al 943331183 y como no, por mail a mikelnatura@gmail.com.
Así que poneros las pilas y las botas, y a pasarlo bien!

sábado, 25 de junio de 2011

Cronobiología y conciencia de la enfermedad




Una de las dificultades que encuentro a la hora de tratar a personas mayores de los 60 años es en muchos casos su falta de una ubicación real en su aquí-ahora psicobiológico. Es decir, que no son conscientes de que ni su cuerpo ni su mente son los que fueron. Son desde hace tiempo algo muy diferente. Por eso actuan ante dolores, achaques y síntomas de todo tipo como si el tiempo no hubiera pasado por sus vidas, y estas no sólo fueran eternas, sino que se mantendrían en una primavera perenne.
Frases como "esperé a ver si se pasaba", "sólo me duele cuando hay cambio de tiempo", "algo hay que tener, no?" y otras, no sólo revelan una gran distancia hacia sí mismos, sino también una fundamental falta de conocimientos sobre el funcionamiento del organismo humano. Además la longevidad forzada que estamos alcanzando progresivamente, hace que olvidemos nuestro concreto y real momento orgánico. Una persona de 60-65 años puede verse estupenda, asistir a clases de gimnasia o baile, practicar algún deporte y mantener una vida sexual. Pero su organismo, obligado por las leyes de la naturaleza, se encuentra en una fase de clara catabólisis, fase que comenzó ya, si no antes alrededor de los 40 años, y que no deja de avanzar. La catabólisis, al contrario de la anabólisis que observamos en bebés, niños y jóvenes, signica un predominio de la destruccción respecto al crecimiento y la regeneración.
Esto significa desde lo práctico, que esos dolores que surgen en cualquier momento de vez en cuando, y a los que no se da importancia dejándolos estar "para ver si se pasan"
no son como los sufridos en los Sanfermines de los 20 años tras no dormir hechos un ovillo en La Taconera después de una semana de jota. No! Ahora el cuerpo se queja de verdad, tal vez en voz un poco baja, pero su voz es un aviso y una confirmación. Algo que es inevitable y para lo que realmente no nos hemos preparado, ocurre. La Vida pide su tributo a un cuerpo generalmente mal tratado, lejano y desconocido, al que paradójicamente hemos rodeado de una envoltura social engañosa, una especie de conspiración cultural, comercial y médica para que minimicemos al máximo el impacto del paso del tiempo.
Esto explica muchas complicaciones sufridas en la llamada cada vez menos, tercera edad.
Problemas como las artrosis, osteoporosis, cataratas, glaucoma, enfermedades prostáticas, disfunciones sexuales en ambos sexos, no sólo se podrían, sino que se deberían prevenir. Pero para hacerlo, además de quererlo hacer, hay que tener muy claro los procesos de cronobiología a que el organismo humano está sometido. Es decir, aceptar con plena consciencia y responsabilidad el envejecimiento y la muerte. Esta aceptación llevará necesariamente al individuo a una forma de vida plenamente armónica con su momento, en todas las dimensiones en las que esa vida se proyecta: social, cultural, amorosa, política, psicológica y sobre todo espiritual.
El tramo de la tercera edad, puede ser más o menos extenso, pero siempre es el último de nuestro recorrido vital. La conclusión es inevitable. Las filosofías del Ser y las medicinas naturales coinciden en que este tramo es el más idóneo para una práctica espiritual profunda y fructífera. La mente y las emociones se han templado en el crisol del vivir. No hay compromisos laborables, es decir, hay mucho tiempo disponible.
Las hipotecas, hijos, etc ya se han saldado. Hay unos ingresos regulares y a pesar de muchos pesares sociales y económicos, hay unas facilidades monetarias que no se dan en otros tramos vitales. Claro que para esto es muy importante tener una salud adecuada, y si ésta no lo es, tratarla debidamente, no como si tuviéramos 20 años.
Mi función como Naturópata no es sólamente el tratar las enfermedades a través de medios naturales para restablecer el equilibrio y la armonía perdidos, sino sobre todo el educar en Salud. Esta es una necesaria y sagrada labor, un verdadero privilegio ante tanto dolor y limitación evitables.