Cuando una pareja se separa, incluso en la modalidad llamada "amistosa", hay todo un universo humano que se pone en movimiento y la vida ofrece desde el drama de las emociones y afectos, una oportunidad de desarrollo y reflexión desde los diferentes niveles de unión, amistad, afecto y parentesco de las personas allegadas. Muchos con quienes se ha compartido todo tipo de experiencias, tanto desde el vínculo formal de la familia(sea ésta sel tipo que sea), como desde el de la amistad y compañerismo, desaparecen víctimas de un combate en el que a veces las circunstancias les sitúan en un bando. O toman partido aunque los directamente implicados en la separación no lo exijan, algo que aunque es difícil, puede ocurrir.
En muchas ocasiones son mecanismos inconscientes de identificación basados en la propia historia personal los que determinan dichas nuevas filias y fobias. Es el ego el que toma el control de la persona impidiéndole actuar desde la discriminación y ecuanimidad, es decir, desde un nivel superior de consciencia.
Muchos entonces se preguntan si aquel afecto, aquellas confidencias, intimidades y experiencias compartidas mientras la pareja permanecía unida, fueron algo real o una mentira. Seguramente, los miembros de la pareja separada, se hacen la misma pregunta.
Ha habido una muerte de diferentes aspectos que podemos definir como amor o afecto. Lo que ocurrió fue verdad, lo que ocurre ahora es también verdad. Una verdad tan ilusoria como el amor o afecto experimentado.La frase "Para siempre sólo es Dios", ilustra desde la sabiduría del inconsciente colectivo, esta impermanencia de los afectos y de eso que llamamos amor.
La necesidad humana de amor, calor, intimidad, sexo, etc, lleva al ser humano a idealizar la realidad hasta el punto de no ver. Confundimos amor con Amor, compañía con Intimidad, sexo con Extasis. Es el influjo del velo de Maya, la gran Ilusión que nos lleva a confundir las cosas y en última instancia como decía antes, a no ver.
Olvidamos que Amor es lo que hemos venido a manifestar y a liberar de las redes del viejo ego. Y que todolo que emprendamos, proyectemos o realicemos desde dicho prepotente, insolente, débil y vulnerable ego está hecho de la materia de los sueños: la ilusión. Es decir, es temporal, mudable, inestable y sometido a la Ley de los Cambios. Y que a través de esta impermanencia e inseguridad tenemos la oportunidad de cambiar de punto de vista y hasta de centro de decisión y acción, volcándonos hacia nuestro interior en busca de esa pèrmanencia y estabilidad que anhelamos. Y el Amor es no sólo la gran solución sino el medio a través del cual se encuentra la solución a este dilema existencial, a este koan universal.
Si el ser humano se hiciera más consciente de esto, trataría de vivir intensamente el presente, el "aquí y ahora" del Zen, tratando de ser cada vez más Amor, actuando cada vez más desde el Amor y amando más desde el Amor. Así cada encuentro, oportunidad, experiencia se viviría con la Alegría de lo inesperado, el Agradecimiento de lo extraordinario y con el Cuidado de lo frágil y extremadamente delicado.
Potenciando ese Amor que tan abundantemente hay en nuestro corazón, el amor, los parentescos, los afectos diversos y toda nuestra vida cobrarían fuerza y solidez, porque se nutrirían de la energía del propio Amor. En un momento como este, en el que influídas por la crisis muchas parejas y familias se rompen, es más necesario que nunca retirar el velo y abrir los ojos. La vida en la tierra es algo terrible, y si hay una salida, una solución pàra tanto dolor a tantos niveles, esa es el Amor.
Que todos los seres alcancemos la Paz y la Felicidad, llenos de Amor. OM
