domingo, 16 de octubre de 2011

La Genciana se ha ido, hay que hacer algo



Arriba Gentiana lutea, abajo Gentiana acaulis

La Genciana, (Gentiana Lutea l.), es una formidable planta que vive en las montañas y que tiene muchas utilidades medicinales: digestiva, febrífuga, inmunoestimulante, colerética, antiinflamatoria, cicatrizante y sobre todo, aperitiva. Es ideal para la falta de apetito, problemas biliares y dispepsia o mala digestión por falta de secreciones. Hay que evitar tomarla con úlceras digestivas, gastritis y en el embarazo. Se emplea la decocción de la raiz seca, 30 gr./ litro, 5 minutos, seguida de una infusión de 30 minutos, 2-3 tazas al día. También se sirve y esmuy cómodo en forma de extracto fluído en la dosis que indique el envase o el terapeuta, 2-3 veces al día, antes de las comidas como aperitiva o después como digestiva. Debiéramos utilizar la comercial, ya que al ser una planta muy utilizada y al emplearse su raiz, aumenta el riesgo de extinción, que cada vez es mayor. Este verano hicimos una escapada rápida nuestro grupo de estudiosos a una zona en la que no hace muchos años había numerosos ejemplares. La parte superior de la Laguna Negra, en el camino que desde ella lleva al Pico de Urbión. No encontramos ni un sólo ejemplar, ni siquiera el resto de alguna planta seca, nada. También nos llamó la atención la poca cantidad de Digital Purpúrea que había, y que en esta zona abundaba. Hay que valorar el impacto que la tremenda afluencia de turistas y senderistas ejerce particularmente sobre esta zona. Y es esta la causa del deterioro del hábitat y flora de lugares maravillosos en muchas cordilleras y valles, antes reservados a un a minoría y ahora sometidos a la masificación, a menudo insensible y con poca conciencia del gran efecto que ejercemos sobre el entorno. Entorno que somos nosotros mismos porque la tierra, nuestro planeta, no sólo es un ser vivo con el que todos los seres sensibles nos relacionamos al vivir en él, sino que hilos sutiles, vínculos energéticos causales y operativos nos unen en una invisible e inconcebible maraña de relaciones. Es por esto necesario una implacable y definitiva toma de conciencia de la realidad e importancia de estas relaciones así como un trabajo de divulgación, educación y activismo medioambiental que nos haga dignos de nuestro teórico lugar en la escala evolutiva del planeta, porque cualquier animal "inferior" es más respetuoso con la vida y el entorno que nosotros. Hay una conciencia global nueva que está pugnando por emerger, desde una forma distinta, verdaderamente humana, de relacionarnos como personas entre nosotros y con la Naturaleza, a la que debemos tanto por su belleza, generosidad y acogimiento. El cambio no puede ser sólo de las estructuras económicas, políticas y productivas. El cambio que se está gestando tiene su origen en el nivel de la Conciencia y es en ella donde un modelo nuevo de humanidad, solidario, compasivo, amoroso, conectado entre sí y con el medio del que forma parte está naciendo, saliendo a la luz. En esta crisis de parto, la Naturaleza también se expresa de formas contundentes y catastróficas. No debiéramos olvidar que somos los responsables de estos fenómenos por todo lo que hemos hecho al planeta. Cuanto más prolonguemos el alumbramiento de la Nueva Conciencia, nuestros propios dolores de parto serán mayores, ya que somos nosotros quienes nos estamos pariendo y renaciendo a nosotros mismos. De esta forma dejaremos de sufrir al ver que muchas plantas y animales están desapareciendo o en riesgo de extinción, sólo porque un viejo modelo de persona egoista, insolidaria, tremendamente injusta y carente de amor con los demás, se resiste a morir.