martes, 1 de noviembre de 2011

Alcalinidad y acidez en el equilibrio de la Salud


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Sin duda estamos en un momento especial y difícil para toda la humanidad, en el que el sufrimiento y la dificultad inherentes a la existencia humana se ven incrementados exponencialmente por efectos de la crisis global que estamos padeciendo. Emociones como el miedo, la incertidumbre, la tristeza, y sus manifestaciones depresivas y coléricas, junto a todo lo que sea carencia de lo que consideramos esencial, son factores que aumentan la acidez de nuestro organismo. Ya desde la vieja Naturopatía y sin que se pudiera formular científicamente por la falta de medios para ello, se han aconsejado diferentes prácticas dietéticas y físicas, así como el empleo de ciertas plantas medicinales para inducir en el organismo un reequilibrio de su alcalinidad como base para su salud.
Y en tiempos más recientes, hacia la década de los 80, es cuando la Dra. Kousmine formula una teoría científica y comprensible sobre el equilibrio ácido-básico del organismo como fundamento de la salud. Así podemos comprender que el estrés no causa sólamente enfermedades cardiovasculares y nerviosas, sino que la base de su acción es la acidez que provoca en el organismo y que origina variadas y distantes consecuencias en él, que no siempre sabemos relacionar. Por ello es necesario que cuando las dificultades, las tensiones, los miedos, el estrés, etc se hacen presentes en nuestras vidas, tratemos de mantener el equilibrio ácido-básico de nuestro organismo gracias a una alimentación en la que abunden los alcalinos como frutas, verduras, agua mineral, el cocinado y combinación adecuada de los alimentos, así como la eliminación de aquellas sustancias como el café, tabaco, conservantes y saborizantes dañinos, y las grasas saturadas y trans que inclinan más todavía la balanza hacia el lado ácido. Una buena respiración es también esencial, ya que con la incorporación más intensiva de oxígeno, aumenta la alcalinidad. Por ello la práctica deportiva y de disciplinas como el Yoga, Tai Chi, o técnicas de relajación son muy aconsejables. La Dra Kousmine emplea el término "tamponar" al acto de equilibrar el exceso de acidez del organismo, y aconseja además el empleo de citratos alcalinos como los de calcio, magnesio, potasio, etc, para potenciar dicha acción alcalinizante en nuestros tan necesitados organismos.
Tampoco podemos olvidar los efectos benéficos y superalcalinizantes de la risa y el buen humor, así como los del Buen Amor, actitudes y acciones que debiéramos potenciar al máximo y que este mundo demanda desde siempre a gritos. Por cierto, qué sabiduría la del inconsciente colectivo al emplear el término "buen humor" o "mal humor", palabras utilizadas desde tiempos en los que no se analizaba, como ahora hacemos, los "humores" internos ( orina, saliva, sangre, flujos genitales, etc ), para determinar el grado de acidez o alcalinidad de un organismo. Lo del Buen Amor, lo dejaremos, por su especial importancia, para otra ocasión.

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